SIMBOLOS

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La Credencial
La credencial es un documento que acredita al portador la condición de peregrino. Según la normativa actual, los que deseen peregrinar a Santiago pueden recibirla tras un encuentro personal (nunca por correo) en las asociaciones, cofradías y refugios en los que ha delegado la Iglesia de Santiago. Puede ver una lista de las asociaciones en el apartado "asociaciones". Los refugios en los que se consigue la credencial son los de las ciudades más relevantes del Camino, además de Roncesvalles. Para recibirla, debe dirigirse a estos puntos de delegación o bien directamente en el punto de partida de la peregrinación. Cuesta entre 0,2 y 1 euro. La credencial no da derecho a nada. Sólo demuestra que uno es peregrino y puede así acogerse a la hospitalida de los refugios y de la gente que encuentre en el Camino
La credencial se debe sellar una o dos veces al día en los lugares por los que pasa (sellos de iglesias, refugios, hoteles, bares....), indicando la fecha, para demostrar que se está efectivamente haciendo la peregrinación. Si, no fuera posible obtenerla, puede utilizarse un diario de ruta para poder colocar los sellos, con sus correspondientes fechas. 




La Compostela
La Compostela es un documento del Cabildo Catedralicio de Santiago que certifica la peregrinación a Santiago.

Para conseguirla, se debe mostrar la credencial, donde se ha ido sellando y poniendo la fecha a lo largo del Camino, como por ejemplo en los refugios en los que se ha dormido. Para conseguir la Compostela se ha debido llegar a Santiago tras 100 kilómetros andando o 200 en bicicleta, como mínimo.
Esta escrita en latín y dice así: El Capítulo de ésta protectora Iglesia Apostólica y Metropolitana, custodio del grabado Altar de Santiago Apóstol, con el fin de expedir las auténticas cartas de la visita a todos los Fieles y Peregrinos de todo el mundo por afecto de devoción o causa de voto, que vienen a las puertas de Nuestro Apóstol Patrono y Tutelar de Nuestra España, Santiago Apóstol, a todos y a cada uno que examinen las presentes, hago saber: que Don.................. ha visitado devotamente este santo Templo por causa de piedad. Y para dar fe de esto, le confiero las letras presentes sancinadas con el sello de esta Santa Iglesia. Dado en Compostela el día.......




El Botafumeiro
Uno de los símbolos más conocidos y populares de la catedral de Santiago es el botafumeiro. Dice la leyenda que el primer incensario del templo compostelano fue construido en el siglo XI. Y por motivos de higiene. En la Edad Media, los peregrinos, exhaustos tras hacer el Camino, se aglomeraban en la catedral. Para luchar contra la acumulación de olores corporales, caldo de cultivo de epidemias, se encargó un incensario de grandes dimensiones. En el siglo XVI, gracias a una ofrenda del rey Luis XI de Francia, se sustituye el artefacto medieval por otro nuevo, también de plata. 
Es el incensario renacentista el que permite el vuelo tan admirado en el mundo. Paradojas de la historia, el botafumeiro fue robado por las tropas napoleónicas en 1809 durante la Guerra de la Independencia. Fue sustituido por otro más moderno y menos ostentoso: de la plata se pasó al latón plateado. Es el artefacto que se conserva hoy y que ha cobrado fama en todo el mundo. Las personas encargadas de hacer funcionar el Botafumeiro son los tiraboleiros. Son ocho, visten de rojo y están entrenados para que el vuelo del monumental incensario sea perfecto. El origen de la palabra tiraboleiro está en el vocablo latino «thuribulum», que significa lanzador de humo. Para mover los 53 kilos que pesa el botafumeiro, los tiraboleiros tiran de unas cuerdas de esparto, con el apoyo de una polea consiguen que éste ascienda, a través del vaivén, hasta la bóveda.


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