HISTORIA DEL CAMINO

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Hay varios Santiagos en el Nuevo Testamento, por ello es preciso identificar bien a nuestro Santiago al que se le añade el apelativo: "Santiago, el Hijo de Zebedeo o el Mayor". Era el hermano mayor de Juan, el Apóstol, y originarios de Betsaida habitaban en la cercana Cafarnaún, trabajando en el negocio familiar de pesca en las riberas del Lago de Genesaret; pertenecían, pues, a una familia de modestos propietarios con su padre Zebedeo.
Estaban asociados con otra pareja de hermanos, Pedro y Andrés en la industria de la pesca del lago para cuyo trabajo contaban con empleados ocasionales. De este círculo de pescadores Jesús se llevó sus cuatro primeros discípulos: Pedro y su hermano Andrés, Santiago y su hermano Juan. Santiago, pues, gozaba de especial confianza y relación con Jesús, como uno de los discípulos básicos, destacándose con Pedro y Juan del resto de los discípulos, obteniendo el puesto de testigo privilegiado en los momentos más importantes.
El mismo Jesús apodó a Santiago y a Juan con el sobrenombre de "hijos del trueno" seguramente por su arrojo y decisión. Santiago aparece como una persona apasionada, capaz de ponerlo todo en juego; como una persona que arrasa por su empuje y que no se para en echar cálculos y medir consecuencias. Una vez muerto Jesús, Santiago forma parte del grupo inicial de la Iglesia Primitiva de Jerusalén.
Herodes Antipas I lo escoge, igual que a Pedro, como figuras representativas para dar un escarmiento a la comunidad cristiana y contentar a los judíos. Murió entre los años 41 y 44 en Palestina, decapitado, por orden de Herodes Agripa I, cuando el rey nominale de los judíos intensificó la persecución de las primeras comunidades cristianas para ganarse el favor de Roma.


Las leyendas xacobeas recogen dos versiones acerca de la presencia del Apóstol Mártir en la península: La primera dice que, a la muerte de Jesús, los apóstoles se repartieron los lugares en que debían predicar, correspondiéndole a Santiago Hispania y las regiones más occidentales del imperio romano. 
El Apóstol habría recorrido Asturias, Galicia, Castilla y Aragón predicando la palabra de Dios con escaso éxito. Relata además que durante esta misión se le apareció la Virgen junto al Ebro, sobre una columna, y allí se le ordenó construir una iglesia. La segunda versión sostiene que tras el martirio, su cuerpo fue llevado en barco por sus discípulos desde Jerusalén hasta Iria Flavia, en el Finisterre. Aquí la historia y la leyenda se funden para crear un relato colorista. Una vez decapitado en Palestina, su cuerpo fue arrojado fuera de la ciudad como pasto de perros y fieras, pero sus discípulos al caer la noche, lo recogieron y lo llevaron al puerto de Jope, donde providencialmente apareció una embarcación aparejada y sin tripulación. Al séptimo día de navegación arribaron a la desembocadura del río Ulla, en Galicia. Tras diversos incidentes con la mítica «Raiña Lupa», lograron permiso para enterrar a Santiago. Al depositar el cuerpo del maestro sobre una gruesa roca, ésta cedió como si fuera de cera hasta convertirse en el sarcófago del santo.


Hallazgo del sepulcroEl hallazgo del sepulcro del Apóstol tiene lugar en el siglo IX, en una fecha indeterminada alrededor del año 820. En una península ibérica dominada por el emirato omeya de Córdoba, los pequeños núcleos de poder cristianos se concentran en el norte. Uno de los más fuertes era el Reino de Asturias y Galicia. Es en este contexto histórico cuando tiene lugar el hallazgo del sepulcro de Santiago. Según la leyenda, un ermitaño, que vivía en el lugar de Solovio, en el bosque Libredón, contempló durante varias noches una lluvia de estrellas sobre un montículo. Impresionado por las visiones, el ermitaño se presentó ante el obispo Teodomiro de Iria Flavia, para comunicarle el hallazgo. El prelado se dirigió a Libredón y constató el fenómeno. Bajo el fuerte resplandor encontraron un sepulcro de piedra en el que reposaban tres cuerpos. Los identificaron como el de Santiago el Mayor y dos de sus discípulos. Teodomiro hizo llegar la noticia al rey Alfonso II que, consciente de la importancia religiosa y política del descubrimiento, acudió lo más rápido que pudo desde Oviedo para visitar el lugar y prometer la construcción de una catedral. Aquél fue el origen de Compostela. Había nacido un mito del cristianismo y un símbolo de occidente.


Comienzan las peregrinacionesEl rey Alfonso II manda edificar sobre el sepulcro una sencilla iglesia y comienzan a llegar visitantes a la tumba del Apóstol. En el año 844, otro fenómeno sobrenatural daría el definitivo espaldarazo a la figura de Santiago como encarnación de la Reconquista. El 23 de mayo en Clavijo, cerca de Logroño, el rey Ramiro I de Asturias se enfrenta a las tropas musulmanas de Abderramán II en clara desventaja numérica. En pleno fragor de la batalla el apóstol Santiago aparece espada en mano a lomos de su famoso caballo blanco repartiendo tajos entre los infieles. Los cristianos vencen contra pronóstico y el mito jacobeo traspasa definitivamente los Pirineos. Nace el apelativo de Santiago Matamoros. A partir de ahí se desarrolla el culto que motiva la peregrinación. El Camino de Santiago, fue, junto a una vía de manifestación religiosa, una ruta de comercio internacional, que además puso en contacto dos ámbitos económicos diferentes: El Hispano-musulmán y el cristiano-feudal. Supuso la entrada de corrientes nuevas de pensamiento y manifestaciones artísticas, pero también la difusión más allá de los Pirineos de elementos ibéricos. La peregrinación a Santiago podía ser voluntaria, pero también obligatoria, impuesta como penitencia, desde un punto de vista religioso, o penal, desde el punto de vista civil. El peregrino era de toda condición social, incluyendo desde reyes y obispos a gente del pueblo llano. El fortalecimiento de la ruta se produce a partir del año 1000; este hecho se sitúa en un marco general de expansión en Europa. Es en los siglos XI y XII cuando las peregrinaciones se convierten en un alud de personas procedentes de todos los puntos. En 1122 se establece el Año Santo Compostelano. El auge del Camino se va a basar en 2 pilares: Por un lado la amplia red de hospitales que se fundan a lo largo de él y por otro, la protección jurídica de que goza el peregrino por lo que se toman una serie de medidas entre ellas la exención de portazgos. En los siglos de auge, la ciudad compostelana vive momentos de pujanza, se convierte en sede metropolitana, en detrimento de Mérida, y se construye la catedral que será consagrada en 1211. En los siglos XI y XII los peregrinos ilustres son abundantes; Guillermo X Duque de Aquitania, Luis VII de Francia, San Francisco de Asís, y muchos otros. El Camino va a ejercer una gran importancia económica, el movimiento de gentes alentará a artesanos y mercaderes, en su mayor parte extranjeros, a asentarse en distintos lugares del camino, de manera que van naciendo los burgos. Los reyes les concederán fueros para favorecer su desarrollo. En las ciudades que ya existían se van a formar barrios de francos que dinamizan y darán un carácter más urbano a la ciudad. En éstas va a nacer una nueva clase social: La Burguesía y con ella nuevos problemas sociales, plasmados en los enfrentamientos contra los señores feudales. La orden de Cluny va a jugar un papel esencial en la peregrinación, ya que a lo largo de la ruta crea monasterios y hospitales. También los reyes favorecerán al peregrino, destacando entre ellos Alfonso VI. En los siglos XIV y XV se experimenta un retroceso en las peregrinaciones. Por un lado la catástrofe del XIV, peste negra y frecuentes guerras, por otro el cisma se produce en la cristiandad en 1378 y también la recesión económica que se localiza en la ruta jacobea. En el XVI la aparición del protestantismo supone un duro golpe, viviendo la ruta sus horas más bajas. En el XVII y XVIII parece existir una cierta recuperación del Camino, éste se plasma en el desarrollo del arte barroco en la capital compostelana. En el XIX la crisis llega al punto de que el 25 de julio de 1867 apenas había 40 peregrinos en Santiago. El descubrimiento de los restos del Apóstol en 1879, escondidos cuando Francis Drake atacó La Coruña, dio nuevos bríos a la peregrinación. En 1884 el papa León XIII declaró como auténticos los restos descubiertos. En la actualidad el Camino vive una época de auge. El Consejo de Europa declaró el Camino de Santiago como Itinerario Cultural Europeo, en 1987, señalando el valor trascendental de la peregrinación en la formación de una civilización común a todos los pueblos europeos. El renacimiento de la peregrinación coincide con la formación de una nueva Europa.


Otra historia del CaminoEl Camino es el fin, y la tierra, polvorienta y de asfalto, es el medio de transitar por él. El Finis Terrae romano y anteriormente celta es el destino de miles de personas durante estos años de comienzo del milenio. Parece ser que antes de la aparición del cuerpo del apóstol Santiago ya se iba a Finis Terrae, y allí miles de hombres sintieron aquel "religioso horror" al ver apagarse el sol en las aguas del océano. El resurgimiento peregrinal, sobre todo desde el Año Jacobeo -1993- es un hecho que los estudiosos sociales tendrán que analizar. La mezcla de reto deportivo con religiosidad, con búsqueda de lo auténtico y de uno mismo, todo ello escoltado por estilos románicos y góticos, entre caballeros templarios y monjes benedictinos, entre hayas y trigos, entre castaños y carvallos, entre leyendas y milagros hacen del Camino de Santiago una experiencia singular. El marketing de las diferentes Comunidades Autónomas ha hecho el resto. Para muchos el recorrido del Camino de Santiago se convierte en peregrinaje cuando se encuentran con las raíces religiosas e históricas de Europa, cuando renuevan un camino de transformación interior, y cuando caminan al ritmo de otros siglos. Desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el Camino de Santiago se convirtió en la más importante ruta de peregrinación de la Europa medieval. El paso de los innumerables peregrinos que, movidos por su fe, se dirigían a Compostela desde todos los países europeos, sirvió como punto de partida de todo un desarrollo artístico, social y económico que dejó sus huellas a todo lo largo del Camino de Santiago. El meollo central de la tradición jacobea se sitúa en la creencia de que el cuerpo de Santiago está enterrado en el sepulcro de Compostela. Corría el año 813 después de Cristo cuando el obispo de Iria Flavia, Teodomiro, avisado por el eremita Pelayo de la existencia de unas luces misteriosas, informó al rey asturiano Alfonso II del descubrimiento milagroso de una tumba que contenía los restos mortales del apóstol Santiago. Según la leyenda los discípulos de Santiago en el año 42 robaron el cuerpo de Palestina, donde le habían decapitado, y le embarcaron en una nave que con una tripulación angelical llegó a Iria, en la confluencia del Sar y el Ulla (actualmente la ría de Arousa). En cuanto atracaron el cuerpo del apóstol fue llevado por los aires 12 millas hasta el lugar donde hoy se le venera. En la catedral de Santiago se conserva la roca donde dicen que fue atada la barca que trajo el cuerpo del santo. Con la "aparición" del cuerpo del apóstol se inició lo que hoy conocemos como la ruta compostelana: "El camino de las estrellas".


Albor, esplendor y decadencia de la peregrinación    El rey Alfonso II manda edificar sobre el sepulcro una sencilla iglesia y comienzan a llegar visitantes a la tumba del Apóstol. En el año 844, otro fenómeno sobrenatural daría el definitivo espaldarazo a la figura de Santiago como encarnación de la Reconquista. El 23 de mayo en Clavijo, cerca de Logroño, el rey Ramiro I de Asturias se enfrenta a las tropas musulmanas de Abderramán II en clara desventaja numérica. En pleno fragor de la batalla el apóstol Santiago aparece espada en mano a lomos de su famoso caballo blanco repartiendo tajos entre los infieles. Los cristianos vencen contra pronóstico y el mito jacobeo traspasa definitivamente los Pirineos. Nace el apelativo de Santiago Matamoros. En el siglo X la peregrinación a Compostela es un hecho consolidado en la cristiandad. Es la época del camino de la costa, más seguro que los del interior, expuestos a las correrías árabes. Será a partir del año 1000 cuando se popularizan las peregrinaciones a Santiago, como antes lo hicieran los romeros con Roma o los palmeros con Jerusalén. Los monarcas comprendieron que mantener el Camino libre y expedito era asegurarse una vía de vital importancia económica, comercial y militar para controlar su territorio. Dos son lo reyes que más apoyarán la ruta jacobea: el navarro Sancho III el Mayor y el castellano Alfonso VI. El Camino se dota de una serie de infraestructuras (calzadas y puentes) y de lugares asistenciales para el peregrino. Fundamentales en este campo han sido las ordenes religiosas hospitalarias, entre las que destaca la de Cluny. La primera eclosión en las peregrinaciones a Santiago se produce en los siglos XI y XII, coincidiendo con el esplendor del arte románico. En 1122 el Papa Calixto II proclama Año Santo Jacobeo aquel en el que el 25 de julio coincida en domingo. Multitudes de gentes comienzan a llegar de todas partes de Europa dando un toque cosmopolita a las ciudades por las que pasa el camino. El Camino Francés es el más utilizado y por Roncesvalles se constatan miles y miles de peregrinos en estos años, más tarde con la conquista de Zaragoza se habilitaría el ramal de Somport a Puente La Reina. Las antiguas calzadas romanas de Burdeos a Astorga pasando por Vitoria y Briviesca y de Astorga a Iria Flavia sirven de base a la ruta jacobea y surgen gran cantidad de burgos y ciudades que acogen una nueva clase urbana de artesanos y comerciantes, la mayoría francos. A partir del siglo XIV el Camino entra en declive, la peste negra ha diezmado la población europea, la cristiandad comienza a dividirse (los protestantes consideraban las peregrinaciones como actos populacheros), el mundo comienza a ensancharse y los monarcas dedican sus esfuerzos a conquistar nuevos mundos. En los siglos XVII y XVIII se mejoran las comunicaciones y el Camino recobra parte del prestigio y recibe peregrinos ilustres, sin embargo en el XIX los librepensadores, los descubrimientos científicos, la revolución industrial y el desarrollo urbano no se llevan bien con un modo de vida con reminiscencias medievales. Fue tan aguda la crisis que en 1884 el papa León XIII tuvo que declarar verdaderos los restos del Apóstol reaparecidos en unas excavaciones (se habían escondido en el siglo XVI ante las amenazas de las incursiones inglesas comandadas por el pirata Francis Drake). Hoy en día la peregrinación a Santiago parece recobrar el esplendor de antaño, en 1985 la UNESCO declara la ruta jacobea como Patrimonio Universal de la Humanidad.


La
Compostela, certificado Peregrino ISO 9000    La actual credencial del peregrino, que se entrega exclusivamente a los que hacen todo o parte del Camino de Santiago a pie, en bicicleta o caballo, tiene sus orígenes en las cartas de presentación que desde los albores de la historia jacobea concedían los reyes, infantes, clérigos, papas y otras autoridades como documento de recomendación o salvoconducto a los que peregrinaban a Compostela. La historia relata multitud de documentos en los que se concedía por mediación de dicha carta todo tipo de privilegios y gracias para que el portador y sus acompañantes obtuviesen protección y también la exención del pago de tributos (montazgos, portazgos, peajes, etc..) cuyo montante podía llegar a ocasionar graves problemas a los que peregrinaban a Compostela. La credencial se entrega en Asociaciones, Parroquias, Cofradías, etc. o en el lugar donde se inicia el Camino, siendo siempre aconsejable la presentación de una carta o documento que acredite e identifique al solicitante. Con la credencial, para aquellos que han hecho al menos 100 kilómetros a pie y 200 en bicicleta, la Catedral de Santiago concede la llamada "COMPOSTELA" que no es otra cosa que un documento por el que reconoce que el peregrino ha llegado a la meta y que lo ha hecho por "pietis causa". La Compostela es un documento que se expide desde hace muchos años. Al principio se hacía en un pergamino pero desde hace ya tiempo, las credenciales se imprimen sólo en papel con orla característica de hojas de roble y vieiras jacobeas en el que se hace constar en latín el nombre del peregrino, y es firmada en la actualidad por el Secretario Capitular de la Iglesia Compostelana. Del auge del Camino en este final de siglo es testigo la Compostela. En 1985 la solicitaron 2.491 personas, en 1991, son 7.274 las que la consiguen. En 1993, Año Santo, la Xunta pone en marcha un tremendo plan de promoción turística y son 100.000 personas las que consiguen la Compostela. En el año 1999 se superaron los 250.000 peregrinos a pie, caballo o bicicleta y más de nueve millones las personas que visitaron Santiago.


INDICE CRONOLÓGICOLa historia de Santiago y la peregrinación año a año

Año 44 Santiago el Mayor, hijo de Zebedeo, es decapitado en Palestina por orden de Herodes Agripa. Sus díscipulos se llevan el cuerpo por mar.

Año 813 El monje Pelayo descubre el sepulcro del Apóstol y lo comunica al obispo de Iria Flavia, Teodomiro. Poco después el rey astur Alfonso II el Casto, ordena levantar en ese lugar la iglesia de Antealtares, una basílica de ladrillo de una sola nave, consagrada en 834

Año 840 El primer grupo de peregrinos, procedente de Asturias, llega al sepulcro.

Año 844 Batalla de Clavijo. El 23 de mayo Ramiro I derrota a Abderramán II, Santiago acude en auxilio de los cristianos sobre un corcel blanco.

Año 899 Alfonso III el Magno y el obispo Sisnando, mejoran y amplian la basílica original que alberga el sepulcro.

Año 915 El obispo de Le Puy, Gotescalco, se convierte en el primer peregrino famoso.

Año 983 Peregrina el eremita Simeón de Armenia.

Año 997 Almanzor saquea y destruye el templo. Se lleva las campanas de la catedral como botín a la mezquita de Córdoba.

Año 1065 Gran peregrinación de gentes de Lieja, dirigidos por Roberto, monje de Santiago de Lieja.

Año 1075 El obispo Diego Peláez y el rey Afonso VI acometen la construcción de la tercera basílica, actual catedral, sobre el lugar santo.

Año 1095 En el Concilio de Clermont se reconoce el traslado de la sede episcopal de Iria Flavia a Santiago.

Año 1100 El obispo Gelmírez se hace cargo de la diócesis.

Año 1120 El papa Calixto II erige sede metropolitana a Compostela, en sustitución de la de Mérida.

Año 1122 El papa Calixto II proclama elAño Santo Jacobeo.

Año 1139 Aymeric Picaud escribe el Codex Calixtinus.

Año 1133 Las autoridades de Compostela amonestan a los comerciantes por cobrar más a los peregrinos que a los residentes.

Año 1179 Bula Regis Aeterna. El papa Alejandro III ratifica la concesión de Año Santo, estableciendo que serán Años Santos aquellos en que el 25 de julio coincida en domingo y otorga indulgencia plenaria a quien peregrine en Año Santo.

Año 1188 El Maestro Mateo firma el Pórtico de la Gloria, acceso a la catedral de Santiago.

Año 1211  Consagración de la capital compostelana.

Año 1213 Peregrinación de San Francisco de Asís.

Año 1325 Peregrinación de Santa Isabel de Portugal.

Año 1394 Primer permiso de un monarca inglés para fletar una nave con peregrinos a Compostela; estos permisos se repitieron hasta el año 1456.

Año 1430 Peregrina el pintor Van Eyck.

Año 1434 Año Santo. Enrique VI de Inglaterra concede licencia para viajar a 2.310 peregrinos ingleses.

Año 1488 Peregrinación de los Reyes Católicos.

Año 1589 El arzobispo Clemente esconde los restos del Apóstol ante el temor a un ataque inglés. Francis Drake ataca La Coruña. Estarían 300 años perdidos.

Año 1643  Felipe IV instituye la Ofrenda Nacional del Apóstol.

Año 1670 El sacerdote boloñés Domenico Laffi escribe su guía "Viaje al Occidente, a Santiago y a Finisterre".

Año 1668 Cosme de Médicis, principe italiano, llega a la catedral con séquito de 40 personas.

Año 1867 El 25 de julio, día de Santiago, apenas hay 40 peregrinos en la catedral.

Año 1879 Siendo cardenal en Compostela Payá y Rico unas obras en el altar mayor dejan al descubierto un sepulcro con tres cuerpos.

Año 1884 Bula Deus Omnipotens. El papa León XIII confirma que esos restos son los del Apóstol y sus dos díscipulos.

Año 1965 Elías Valiña, cura de O Cebreiro, lee su tesis doctoral: "El Camino de Santiago. Estudio histórico-jurídico", y comienza una labor de divulgación sobre la Ruta jacobea.

Año 1980  Andrés Muñoz, de la Asociación de Amigos del Camino de Navarra, y el cura Elías Valiña, comienzan por separado a señalizar con flechas amarillas el Camino Francés.

Año 1982 Juan Pablo II se convierte en el primer papa que visita Santiago.

Año 1989 En Agosto, el papa Juan Pablo II reúne en Compostela a más de 400.000 jóvenes en la IV Jornada Mundial de la Juventud.

A
ño 1992 La Xunta de Galicia reforma las viejas escuelas rurales en refugios para peregrinos.

Año 1993 Año Santo. 100.000 peregrinos obtienen la Compostela. Varios millones más visitan la catedral durante este año.

Año 1999 Último Año Santo del siglo XX, 154.613 peregrinos obtienen la Compostela


SANTIAGO
Yago fue la forma que tenía en la Edad Media el nombre bíblico "Jacob", ilustre porque lo llevó el patriarca que arrebató la primogenitura a su hermano Esaú, y que a partir de sus doce hijos fundó el pueblo de Israel organizado en las doce tribus; pero mucho más ilustre entre nosotros porque éste es el nombre del apóstol al que llamamos Santiago (Sant + Yago) el Mayor, que según la tradición vino a predicar el Evangelio a España. El nombre hebreo del que procede Yago es Yakob y suele interpretarse como "el que anda a la sombra de Dios". En español tenemos también la forma "Jaime", evolucionada a partir de la forma latina Jacobus, que en francés dio Jacques y en italiano Giáccomo. A partir de estas transformaciones es más fácil adivinar la transformación de Jacobus en Jaime. La universalidad de este nombre es extraordinaria. A ello contribuyeron en especial las peregrinaciones al sepulcro del Apóstol en Santiago de Compostela, desde todos los rincones de la cristiandad. Santiago fue, con Roma y Jerusalén, uno de los tres grandes lugares de peregrinación de la cristiandad. Tal era la multitud de peregrinos que en los tres siglos de esplendor pululaban por los caminos que llevaban a Santiago, que los devotos empezaron a llamar a la ruta luminosa de la Vía Láctea , Camino de Santiago, por la semejanza entre las innumerables estrellas de ésta con las riadas de peregrinos al sepulcro del Apóstol.
Santiago el Mayor, apóstol, es hermano mayor de san Juan Evangelista, llamados ambos los hijos del Zebedeo. Estos eran, junto con san Pedro, los tres apóstoles preferidos, a los que Jesús concede un mayor protagonismo en su vida. Son los tres privilegiados que asisten a la resurrección de la hija de Jairo, los que gozan de la Transfiguración y los que están más cerca de Jesús en el Huerto de los Olivos. Los Hijos del Trueno les puso Jesús de sobrenombre a los dos hrmanos por su fogosidad. Según narran los Hechos de los Apóstoles, Santiago fue el primero que sufrió martirio. Fue decapitado en Jerusalén por orden del rey de Judea, Herodes Agripa. De sus largos viajes, su predicación en España y el traslado de su cuerpo desde Jerusalén, nos informan las tradiciones, algunas de ellas muy antiguas.
Santiago de Compostela es la madre de la multitud de ciudades que llevan este nombre. Esta ciudad se fundó sobre el sepulcro del Apóstol. Campus Stellae (campo de la estrella) llamaron al lugar en que fue descubierto. Hay que partir del importantísimo hecho cultural de que los pueblos, las ciudades, los monasterios, se tenían que edificar sobre las reliquias lo más importantes posible (Rómulo edificó las murallas de Roma sobre el cadáver de su hermano Remo) para entender que se trasladasen restos funerarios desde tan lejos (Santiago murió en Jerusalén) y que luego estos grandes sepulcros moviesen a millones de peregrinos. Sobre el sepulcro de Santiago, pues, se edificó la imponente basílica, y en torno a ella creció toda la bellísima y rica ciudad. Y sigiendo su onda expansiva se fundaron Santiago de Cuba, Santiago de Chile, y centenares de ciudades y lugares de la geografía española e hispanoamericana con este nombre. Se pueden inundar los ojos y saciar el alma con la belleza y la grandeza que ha hecho surgir este nombre.